Andreas Nieder

Un artículo publicado en la Revista Mente y Cerebro  nos habla que “parece que contar con precisión no forma parte de las capacidades innatas de los humanos; debemos aprender esa habilidad (en ocasiones con mucho esfuerzo). No obstante, los fundamentos del procesamiento mental más rudimentario para las cantidades forma parte de la genética humana. Incluso algunos animales poseen tal capacidad.

Los primeros indicios acerca de qué parte del encéfalo humano es responsable de la capacidad numérica los aportaron observaciones en pacientes con alteraciones de contabilidad y cálculo, y se denominó a dicha alteración “acalculia”.

Las alteraciones numéricas y de cálculo no sólo aparecen cuando fallan determinadas regiones de la corteza cerebral. Cerca de un 5% de la población padece desde la infancia de problemas para el aprendizaje de operaciones matemáticas, llamada discalculia, que presentan una desventaja en el colegio y la vida diaria. Los afectados, que en circunstancias normales se muestran inteligentes como el resto de sus compañeros, muestran muchas dificultades para entender y procesar  la importancia de las cantidades, los números y las operaciones de cálculo.

Los neurocientíficos sospechan que las causas de esas anomalías reside en la segmentación de elementos aislados de las redes neuronales.

El lenguaje resulta imprescindible, ya que solo si se cuenta con símbolos se puede calcular con exactitud. El psicólogo cognitivo Justin Halberda y sus colaboradores de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, demostraron en 2008 que nuestro preciso sistema de cálculo no funciona de manera autónoma: necesita de los procesos de estimación.”

Más información: Revista mente y Cerebro, Nº 56, año 2012.

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